En pleno verano francés, el 20 de
agosto de 1806, se colocó el primer oratorio de la Congregación bajo la
advocación de San José. De la misma manera que ya lo hiciera Santa Teresa de
Ávila, siglos antes, llegando a reconocer a San José como “un modelo completo
de vida interior y humilde, vida de celo, de abnegación y sacrificio”, también
Ana María lo reconoció como el protector de su Congregación. Así lo apuntaba la
Beata en una de sus cartas: “Confiemos en nuestro padre San José que
intercederá por nosotros ante Jesús” (Carta
909).
Así, cada 19 de marzo, celebramos con solemnidad la fiesta de nuestro Patrón. San José, siempre presente en el nombre de la Congregación, de la Fundación y de nuestros centros, es un referente para todos los que vivimos el espíritu de la #familiacluny, siendo siempre un ejemplo de buen hacer. Así como Ana María llegó a confiar en la Santa Voluntad de Dios para encomendar la protección de la Congregación a San José; nosotros también debemos abandonarnos en el Señor en aquellas tareas que nos ocupan en el día a día e imitar a San José en la búsqueda de la excelencia en el trabajo.
Feliz día de San José a toda la #familiacluny.